martes, 8 de diciembre de 2009

Comienza histórico encuentro para buscar acuerdo sobre clima global

Comienza histórico encuentro para buscar acuerdo sobre clima global

2009-12-08 06:19:24
Copenhague recibe a miles de personas. Los diálogos deberán superar la profunda división entre países ricos y pobres sobre la forma de compartir el costo del recorte de emisiones dañinas.
Dinamarca, (Agencias).- La cumbre más grande de la historia sobre el clima comenzó ayer con una descarnada advertencia de la ONU sobre el riesgo de la desertificación y el aumento del nivel de los mares, mientras los anfitriones daneses dijeron que es posible llegar a un acuerdo.

En EEUU, un funcionario de la Casa Blanca dijo que la Agencia de Protección Ambiental determinará que los gases invernadero representan un riesgo para la salud humana, permitiendo la regulación de emisiones sin acciones del Congreso y fortaleciendo con ello la apuesta climática de Washington.

Líderes mundiales


El primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, dijo a delegados de 190 naciones que se estaba dando un nuevo impulso para un acuerdo y que 110 líderes mundiales, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asistirán a la finalización de la cumbre que se desarrolla entre el 7 y el 18 de diciembre.

La presencia de tantos líderes mundiales implica "una oportunidad inmensa. Una oportunidad que el mundo no puede permitirse perder", dijo Rasmussen sobre los diálogos que apuntan a reemplazar el existente Protocolo de Kioto que expira en 2012. "Un acuerdo está dentro de nuestro alcance", indicó.

Políticos y científicos instaron a que en los diálogos, a los cuales asisten 15 mil delegados, se acuerden acciones inmediatas para limitar la emisión de gases invernadero, señalados como responsables del calentamiento global.

Recursos


También hicieron un llamado para que los gobiernos dispongan miles de millones de dólares en asistencia y tecnología para que los países pobres puedan hacer frente al cambio climático.

El líder del panel de científicos de clima de la ONU, Rajendra Pachauri, expresó que se necesitan acciones para evitar que se intensifiquen ciclones, olas de calor, inundaciones y para eludir la posible pérdida de la capa de hielo de Groenlandia, que podría implicar un aumento de 7 metros del nivel de los mares.

Agregó que incluso con una meta ampliamente aceptada de limitar el calentamiento a un máximo de dos grados Celsius sobre niveles pre industriales, eso podría llevar a un aumento de los mares que "podría sumergir varias pequeñas islas Estado y Bangladesh". "Ahora es aplastante la evidencia de que el mundo se beneficiaría ampliamente de adoptar acciones anticipadas y que el retraso sólo llevaría a costos en términos económicos y humanos que se volverían progresivamente altos", expresó.

CORREOS ELECTRÓNICOS


El encargado también defendió las afirmaciones de que los humanos están causando el calentamiento del planeta, después de que críticos dijeran que información filtrada de correos electrónicos de una universidad británica habían minado la evidencia.

Pachauri dijo que las conclusiones estaban exentas de manipulaciones debido a un estricto proceso de revisión. "Con un poco de suerte, esto sólo será un pequeño incidente en la historia de este proceso", comentó sobre el escándalo Jonathan Pershing, jefe de la delegación estadounidense que solía ser una de los autores en el panel presidido por Pachauri.

Muchas naciones indican que Estados Unidos es clave para alcanzar un acuerdo en Copenhague. Obama apunta a reducir las emisiones estadounidenses en un 3 por ciento bajo los niveles de 1990 para 2020, pero la legislación se encuentra estancada en el senado.

Falta de confianza


La Unión Europea dijo que podría agudizar su apuesta para limitar las emisiones de carbono si Estados Unidos paga por mayores reducciones de gases invernadero en naciones pobres, apuntando principalmente a frenar la deforestación. Naciones en desarrollo incluyendo a pequeñas islas Estado, que son más vulnerables al aumento del nivel de los mares, demandaron mayores acciones.

Alden Meyer, de la Unión de Científicos Preocupados, dijo que la cumbre de Copenhague comenzó con dos problemas: la falta de una legislación estadounidense aprobada y "cuestiones de confianza entre el Norte y el Sur".

La conferencia arrancó con vídeos de niños de todo el mundo que instaban a los delegados a ayudarlos a crecer en un mundo exento de un calentamiento catastrófico. En las cercanías, activistas ambientales competían entre sí para promover sus campañas contra la deforestación, por la energía no contaminante o el crecimiento con poco consumo carbónico.

AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña, N.D.
Fundador y presidente.

http://www.nutriologiaortomolecular.org/


lunes, 7 de diciembre de 2009

Mosaico terráqueo


Diferentes maneras de visualizar la Tierra fueron colocadas en el centro de Copenhague, en la víspera del encuentro mundial para discutir los efectos del calentamiento global y las posibles soluciones contra el cambio climático. Unas 34 mil personas, incluidos 103 jefes de Estado y de gobierno, asistirán a la cumbre a partir de este lunes y hasta el 18 de diciembre. A pesar de las promesas que han hecho algunos países en días previos, la Organización de Naciones Unidas, ONG y el país anfitrión, Dinamarca, dudan que se produzca un pacto mundial legalmente vinculante sobre la reducción de gases de efecto invernadero Foto Reuters


--
AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado, N.D.
Fundador y Presidente
http://www.nutriologia-ortomolecular.info/

En busca de consensos contra el cambio climático (La Jornada)

Iván Restrepo

Hoy se inicia formalmente en Copenhague una nueva cumbre en busca de consensos a fin de enfrentar los problemas ocasionados por los gases de invernadero, causantes del cambio climático. Miles de delegados, de más de 150 países, organismos internacionales, expertos en el tema y representantes de agrupaciones defensoras del medio ambiente saben que el cónclave está marcado por signos negativos. Hace apenas un mes se dijo que sería imposible lograr un acuerdo completo y vinculante sobre la reducción de emisiones de gases de invernadero, especialmente del dióxido de carbono (CO2), que sustituya al Protocolo de Kyoto, firmado en 1997. El motivo: Estados Unidos y China, responsables de la mitad de la contaminación mundial, anunciaron que no están en posibilidades de reducir la generación de esos gases tal como se propone aprobar en la capital danesa. La protesta mundial no se hizo esperar.

En el caso estadunidense, el obstáculo es que no puede firmar ningún compromiso concreto sobre la materia sin la aprobación del Senado, el cual desde tiempos de Clinton se ha negado a dar el visto bueno al Protocolo. En cambio, la Cámara de Representantes sí lo hizo. La negativa es una muestra más de cómo los grandes intereses económicos influyen en la agenda legislativa del vecino país, que no deja de aumentar sus emisiones. Recordemos que el presidente Bush negó la existencia del cambio climático. Hoy su sucesor Barack Obama no solamente lo reconoce, sino afirma que su país es uno de los responsables de dicho cambio. Ya logró que le aprobaran una ley para atacarlo internamente y dispone de 80 mil millones de dólares para promover las energías limpias.

China, por su parte, dijo hace un mes que no podría cumplir con las reducciones que se propondrán en Copenhague, pues frenar su maquinaria de crecimiento le ocasionaría serios problemas sociales. Y porque su contribución contaminante per cápita no es elevada. Pero en cuanto Obama declaró que sí trabajaría para lograr acuerdos vinculantes en esta cumbre (como reducir las emisiones de gases invernadero en 17 por cento), anunció un enorme plan de eficiencia energética para ahorrar en el año 2020 una cuarta parte de todo el CO2 que el planeta debe dejar de emitir con miras a limitar el calentamiento global.

No hay duda de que sin la firme voluntad política de China y Estados Unidos es imposible un acuerdo sustancial para aprobar y cumplir medidas obligatorias relacionadas con el cambio climático. Tan es así que, una vez que cambiaron de parecer ambas potencias, Rusia, Corea del Sur y los países integrantes de la Unión Europea se sumaron al optimismo. La Unión Europea, con los presidentes de Francia y Alemania a la cabeza, está por llegar un buen acuerdo, no un retroceso. Se desconocen, en cambio, los planes que al respecto tiene India, otra potencia inmersa en un crecimiento económico con saldos negativos para el medio ambiente.

Cabe señalar que países en vías de desarrollo se oponen a que les fijen objetivos concretos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Alegan que no son los grandes generadores mientras sufren ya los impactos nocivos del cambio climático. Un ejemplo de ello se tiene en el continente africano. Sin embargo, el mundo subdesarrollado contribuye también a dicho cambio.

México lo hace por medio de la deforestación de bosques y selvas, rubro en que figuramos en los primeros lugares del planeta; igualmente con el consumo creciente de hidrocarburos. Somos un país donde, por ejemplo, se privilegia el transporte privado sobre el público y no se impulsa una tecnología nacional para obtener energías limpias, asunto entregado vergonzosamente a las trasnacionales. Agreguemos los procesos industriales contaminantes, la destrucción de ecosistemas fundamentales para aminorar los efectos del cambio climático, como los humedales; la sobrexplotación y mal uso del agua; extender sobre áreas verdes la mancha de asfalto de las ciudades. No obstante, los funcionarios siguen repitiendo que no somos de los grandes generadores de gases de efecto invernadero. Aun así, padecemos los efectos del cambio climático en todo el país.

Comienza la cumbre. Veremos si no se imponen otra vez los intereses privados al de la sociedad.



--
AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado, N.D.
Fundador y Presidente
http://www.nutriologia-ortomolecular.info/

sábado, 5 de diciembre de 2009

El calentamiento global es irrefrenable (La Gaceta.com.ar)

El calentamiento global es irrefrenable (La Gaceta.com.ar)

Sábado 5 de Diciembre de 2009 10:28 | Dan a conocer el durísimo informe que analizarán los líderes del mundo en la Cumbre de Copenhague. El crecimiento de las aguas será de hasta dos metros. Impactantes imágenes.

Fotos ver Imágenes del día

ampliar foto

ampliar fotoampliar foto | SEVERA ADVERTENCIA. Los efectos del cambio climático serán más fuertes de lo esperado. IMAGENES TOMADAS DE COPENHAGEDIANOSIS.COM

ampliar foto

ampliar fotoampliar foto

ampliar foto

ampliar fotoampliar foto

ampliar foto

ampliar fotoampliar foto

ampliar foto

ampliar fotoampliar foto

COPENHAGUE, Dinamarca.- Las consecuencias del cambio climático son más importantes de lo que se esperaba. Eso se desprende del "Diagnóstico Copenhague", para el que 26 destacados investigadores internacionales recopiliaron datos hasta fines de noviembre. Sus conclusiones se darán a conocer en la cumbre que se hará en la capital de Dinamarca, desde el 7 al 18 de diciembre.

Según anticiparon, las masas de hielo continentales y los glaciares se derriten a mayor velocidad de lo predicho por el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, que data de 2007. Además, el aumento del nivel del mar también es mayor. A continuación, se enumeran las principales revelaciones del informe:

• El calentamiento global ya es irrefrenable. Incluso, si se diera el mejor panorama posible, este proceso continuaría avanzando. Hasta 2100, la temperatura promedio aumentará de 1,1 a 6,4 grados en relación con fines del siglo pasado.

•  El crecimiento de las aguas será de hasta dos metros. La desaparición de hielo durante los veranos de 2007 y 2009 fue un 40 % superior al promedio estimado en 2007.

•  Los cambios probablemente afectarán a la salud y a la vida de millones de personas. Habrá más olas de calor, más inundaciones, más tormentas, más sequías y falta de alimentos.

•  Alrededor de un 30 % de todas las especies del reino animal y vegetal podrían extinguirse.

• Para mantener el calentamiento global en un rango tolerable de entre 2 y 2,4 grados celsius, hasta mediados de siglo las emisiones de dióxido de carbono deben ser reducidas entre un 50 % y un 85 % en relación con los niveles de 2000.

•  El "Diagnóstico Copenhague" afirma que, en comparación con 1990, en 2008 se liberó alrededor de un 40 % más de dióxido de carbono producido por el carbón, por el petróleo y por el gas. De hecho, en caso de que las emisiones no continúen aumentando, en 20 años los niveles permitidos a nivel mundial habrán sido consumidos.

Los datos fueron extraídos de la página oficial de la cumbre, donde se exhibe el diagnóstico completo, y del sitio del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, actualizado a noviembre de este año. LA GACETA ©
 



--
AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado, N.D.
Fundador y Presidente
http://www.nutriologia-ortomolecular.info/

domingo, 22 de noviembre de 2009

Las negociaciones sobre el clima en Barcelona o el síndrome MacGyver (Eco Portal.Net)

Es como intentar desactivar una bomba con un chicle: sólo funciona en el cine. Así se podrían resumir las negociaciones sobre el clima que tuvieron lugar en Barcelona en noviembre. El encuentro estuvo dominado por representantes oficiales de ministerios, institutos gubernamentales, organismos multilaterales e incluso empresas petroleras. Los actos paralelos fueron feudo del sector privado y de institutos de investigación. Ante tal panorama, una no puede evitar sospechar que, para la mayoría de ellos, el cambio climático sigue siendo un tema de discusión abstracto; pocos de los asistentes temen que la catástrofe climática se pueda abatir sobre sus vidas o quizá creen que, llegado el momento, podrán recurrir a la tarjeta de crédito para escapar del desastre.

Diario de campo de una observadora

Son muchas las líneas que ha dedicado la prensa a las negociaciones sobre el clima que se celebraron en Barcelona durante la primera semana de noviembre. El encuentro fue el último ensayo de la comunidad internacional en el marco de las Naciones Unidas antes de la gran cumbre que tendrá lugar en Copenhague el próximo mes de diciembre y de la que se espera que salga un tratado mundial sobre el clima para después de 2012, año en que finaliza el Protocolo de Kyoto. Pero la información de los medios tiende a centrarse en las reuniones oficiales y las ruedas de prensa. Las notas que siguen son un intento de compartir reflexiones –aunque pequen de personales– que vayan más allá de la 'información enlatada', especialmente con aquellas personas que merecían estar allí y no estaban.

El síndrome MacGyver

Es como intentar desactivar una bomba con un chicle, pensaba ayer haciendo balance de la semana de negociaciones sobre el clima que tuvo lugar en Barcelona. Es algo que sólo funciona en el cine. Y aunque en el decorado sólo faltaron las naves espaciales para hacerme creer que me encontraba en una película de ciencia ficción, lo cierto es que a la realidad de la crisis climática le falta la ficción y le sobra la ciencia.

Sin embargo, en lugar de centrarse en torno a las verdaderas causas del cambio climático y a encontrar auténticas soluciones para detener la bomba de relojería en la que estamos convirtiendo el planeta, las discusiones se dedicaron a hablar de chicles.

Los actores: un pésimo reparto

Que el elenco de actores estaba mal repartido saltaba a la vista en las salas de conferencias, en la cafetería y en los pasillos. La gran mayoría de los asistentes –ya fueran miembros de las partes, observadores o prensa– procedían del Norte. 'Aquí veo demasiados blancos con traje y corbata', por decirlo en las palabras políticamente incorrectas de un observador. La lista de participantes publicada al final del encuentro confirma la sospecha visual: largas listas en el caso de los países más ricos y representaciones más bien simbólicas –salvo contadas excepciones, como Indonesia o Nigeria– de los llamados países en desarrollo.

Teniendo en cuenta el gran número de reuniones celebradas en paralelo, las delegaciones formadas por uno o dos representantes lo tuvieron difícil para cubrir todas las sesiones, sobre todo las de los distintos grupos de trabajo (los conocidos como 'grupos de contacto') que se establecieron en las pasadas negociaciones de Bali para tratar temas específicos como la reducción de emisiones de los países del Anexo I o los recursos financieros e inversiones necesarios. 'Nuestros compañeros de los países árabes nos explican qué pasa en las otras reuniones', comentaba un representante de una de estas pequeñas delegaciones. Sin duda, una esperaría algo más de unas negociaciones internacionales de tal alcance que este burdo sistema de 'pasarse los apuntes'.

El equilibrio de fuerzas era también evidente en el anexo reservado a las salas de reuniones para las delegaciones. La Comisión Europea, los Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y Suecia –por citar algunos– contaban, cada uno de ellos, con una habitación propia para celebrar las reuniones de equipo. En cambio, alianzas como las formadas por el G77+China, el Grupo Africano o los Países Menos Adelantados contaban con un espacio de las mismas dimensiones que el asignado a un solo país.

Pero más allá de los habituales desequilibrios entre países, me pareció preocupante la falta de voces de los verdaderos protagonistas: las comunidades que ya están sufriendo los efectos del cambio climático y las que practican métodos de protección del planeta que no necesitan de números ni de siglas. El encuentro estuvo dominado por representantes oficiales de ministerios, institutos gubernamentales, organismos multilaterales e incluso empresas petroleras. Los actos paralelos fueron feudo del sector privado y de institutos de investigación. Ante tal panorama, una no puede evitar sospechar que, para la mayoría de ellos, el cambio climático sigue siendo un tema de discusión abstracto; pocos de los asistentes temen que la catástrofe climática se pueda abatir sobre sus vidas o quizá creen que, llegado el momento, podrán recurrir a la tarjeta de crédito para escapar del desastre.

Las pocas voces críticas y procedentes de la primera línea de lucha contra el cambio climático quedaron marginadas y ahogadas por la marea de 'expertos medioambientales' en números y gráficos que no sabrían distinguir un pino de una encina.

Hablando en klingon

El klingon es un idioma artificial, con su propio sistema gramatical y fonético, que fue inventado por un lingüista estadounidense en el universo de Star Trek como lengua de una de las tribus del cosmos. El Instituto de la Lengua Klingon se ha encargado de traducir incluso las obras de Shakespeare, aunque se calcula que sus hablantes no superan la docena. Todo esto lo explico porque, durante estos días, mientras seguía los debates de las negociaciones, creo haber experimentado lo más parecido a la sensación de cualquier terrícola al entrar en contacto por primera vez con un 'klingonés'.

Las negociaciones internacionales sobre el clima que se están desarrollando en el marco de las Naciones Unidas tienen el curioso don de practicar una doble discriminación lingüística. Por un lado, exigen a todo aquel que desee seguirlas plenamente contar con un buen dominio del inglés. Pero por si no bastara con eso, han generado toda una jerga que plantea un verdadero desafío de entendimiento. Presentar una cuestión de tanto interés para todos los habitantes del planeta y relativamente sencilla de fondo en términos oscuros y complejos sirve sólo para hacer aún más elitista el debate, que sólo pueden seguir los pocos privilegiados con el tiempo suficiente para familiarizarse con los términos.

El primer premio del baile de disfraces lingüístico se lo llevan, sin duda alguna, las siglas: LULUCF (UTCUTS en español; utilización de la tierra, cambio de afectación de las tierras y silvicultura), HFLD (país con extensa cobertura forestal y escasa deforestación), REDD (reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal) y QELRO (objetivos cuantificados de reducción y limitación de las emisiones) son algunas de mis preferidas. Aunque puede que la mejor sea BINGO: organizaciones no gubernamentales de empresas e industrias, que refleja muy bien el espíritu de casino que se respira entre ellas. Así, nos pasamos la semana disfrutando de multitud de perlas como ésta: "aplicación de los NAPA y otros elementos del programa de trabajo de los PMA por parte del GEPMA" (es el tema con que se anunciaba uno de los actos paralelos celebrados).

A la doble discriminación lingüística cabría añadir aún el fuerte sesgo ideológico que impregna el debate. El clima ha caído presa de la mentalidad neoliberal que sólo entiende el mundo en términos de valor monetario y ahora es una mercancía que se puede cortar en pedazos con el fin de venderlos y comprarlos. Todos esos pedazos se traducen, a su vez, en multitud de cifras que se pueden sumar, restar, multiplicar y dividir entre sí, como si todo se redujera a un simple ejercicio de aritmética. Por eso, 'con fines ilustrativos, asumiendo que los créditos AC-MDL se consuman a un mismo ritmo, el límite máximo en los sectores no ETS se traduciría en una cifra de en torno al 3,3 por ciento de los niveles de emisión de 2005' (procede de la información proporcionada por la Unión Europea sobre sus objetivos de reducción).

(Nota para curiosos: 'No entiendo' en klingon se escribe 'jIyajbe').

Un mal guión

Lamentablemente, el encuentro no sólo pecó de malos actores, sino también de un pésimo guión. En este sentido, creo que resulta ilustrativa mi lista de palabras más escuchadas durante la semana. Los grandes éxitos incluyen 'mercado', 'negocio', 'recursos financieros', 'sector privado' 'rentabilidad', 'comercio de emisiones' y 'precio de la tonelada'. Entre las grandes ausentes, estarían 'justicia', 'deuda histórica del Norte', 'capitalismo', 'respeto de los derechos humanos', 'modelos de producción y consumo' y 'abandono del petróleo'.

Durante las sesiones oficiales de negociación abierta de los grupos de contacto, las delegaciones de los países del denominado Anexo I del Protocolo de Kyoto, es decir, los países industrializados que son responsables de la mayoría de emisiones, se dedicaron a torpedear cualquier avance, ya fuera intentando volver a cuestiones que las demás delegaciones –la gran mayoría de la comunidad internacional– consideraba que ya se habían debatido en profundidad en pasados encuentros o arguyendo que era necesario esperar los resultados de otros grupos antes de poder pronunciarse sobre determinados temas. Estas descaradas tácticas dilatorias llevaron a que los demás delegados repitieran en numerosas ocasiones palabras como 'decepción', 'frustración' y 'falta de voluntad de los países del Anexo I'.

En la plenaria final del grupo de trabajo sobre el Protocolo de Kyoto, Sudán –en nombre del G77+China– expresó una gran preocupación por los intentos de los países industrializados de 'matar' el Protocolo de Kyoto, acabar con el principio de 'responsabilidades comunes pero diferenciadas' y socavar la lucha contra el cambio climático. También advirtió de que, si se mantenía la tendencia a retrasar las negociaciones, las perspectivas de un acuerdo en Copenhague eran poco halagüeñas. La declaración del G77+China contó con el apoyo de otros grupos, como el Grupo Africano, la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) y los Países Menos Desarrollados. La Unión Europea, por su parte, intentó eludir una vez más sus responsabilidades hablando de un vago 'acuerdo global e integral' y pidiendo a los países en desarrollo que se comprometieran más.

Los temores de torpedeo de Kyoto son fundados. En estos días, se han escuchado todo tipo de fórmulas –desde 'acuerdo políticamente vinculante' a 'tratado jurídicamente vinculante', pasando por 'acuerdo global e integral'– que apuntan a que los países industrializados no sólo no desean reforzar los modestos objetivos marcados por Kyoto, sino que buscan sustituir un tratado vinculante, firmado y ratificado por 184 países, por un 'enfoque' o 'marco' general, que establezca también límites a las emisiones de los países en desarrollo y que amplíe aún más los 'mecanismos flexibles' que les han permitido eludir sus obligaciones hasta la fecha.

Actos paralelos: qué se mueve entre bambalinas

Pero puede que más preocupante aún que el ritmo de las negociaciones entre las partes y su falta de posiciones comunes fueran los discursos que imperaron durante toda la semana en los numerosos actos paralelos organizados en el mismo edificio, muchos de ellos por parte del sector privado, que ve en el cambio climático una gran oportunidad de negocio.

Uno de los más inquietantes fue la presentación de un libro que defiende que el secreto para solucionar el cambio climático está en frenar el crecimiento de la población. 'Reducir el crecimiento de la población es fundamental para sacar a los pobres del mundo de la pobreza y para que las generaciones futuras vivan en una economía biológicamente sostenible'. Esta retórica no sólo evoca fantasmas que una creería propios del siglo XVIII, sino que es un perfecto ejemplo de cómo el Norte Global es experto en sacudirse de encima sus propias responsabilidades.

Así, poco importa que el 20 por ciento de la población mundial consuma el 80 por ciento de los recursos del planeta o que un estadounidense medio consuma 30 veces más que un indio. Tampoco hay que tener en cuenta que los países del Norte sean los responsables de más del 70 por ciento de las emisiones desde la revolución industrial. Lo importante, reza la teoría, es prestar mayor atención a la planificación familiar. La mala noticia es que la idea parece estar cobrando fuerza entre algunos círculos pseudoacadémicos muy influyentes. La buena, para quien quiera comprarse el libro, es que está de oferta (por sólo 47,50 libras esterlinas) y se puede pagar con Visa o MasterCard.

Cambio climático y seguridad: la industria de la guerra se frota las manos

Otro de los actos paralelos que deberían hacer sonar las alertas giró en torno a 'seguridad ambiental: el enfoque de gestión de riesgos ante al cambio climático'. Organizado por E3G, una 'organización sin ánimo de lucro' financiada, entre otros, por la Fundación Shell, y el Pew Center on Climate Change, otra organización cuya misión defiende que 'podemos colaborar en la protección del cambio climático sosteniendo el crecimiento económico', el evento se dedicó a presentar un panorama de futuro aún más aciago del que prevé el grupo de científicos que elabora los informes de la ONU en que se basan las negociaciones, el IPCC. 'Las proyecciones subestiman el cambio climático', afirmaron los conferenciantes, y 'el grado de incertidumbre es muy alto', por lo que es necesario 'hallar un nuevo marco de seguridad'. Sin embargo, se lamentaron, el único sector receptivo ante esta cuestión se encuentra entre 'la comunidad de la seguridad', por lo que la idea es comenzar a difundir el mensaje entre los encargados de tomar las decisiones en materia de políticas.

En un informe repartido durante la sesión (Delivering Climate Security: International Security Responses to a Climate Changed World, disponible en http://www.rusi.org/publications/whitehall/ref:I480E2C638B3BC), se habla de la amenaza que podrían representar los movimientos de protesta en torno a cuestiones de justicia ambiental, tanto por parte de 'extremistas violentos' como de 'grupos ecoterroristas' (se afirma incluso que Bin Laden ha hablado varias veces sobre las desigualdades del cambio climático), por lo que es necesario 'fomentar un aumento drástico de las inversiones en el desarrollo y el despliegue de tecnologías fundamentales para la seguridad energética y ambiental'.

La verdad es que son demasiados los fragmentos del informe dignos de mención y, aunque el autor se expresa con sutileza, no cuesta adivinar entre líneas que el cambio climático podría ser una oportunidad de oro para esa industria de la guerra que muchos se empeñan en llamar 'de defensa'. No por casualidad, el informe está publicado por RUSI, un think tank especializado en cuestiones de defensa y seguridad cercano al Gobierno británico y abierto a la afiliación de grandes empresas, cuya lista me ha sido imposible encontrar. Y aún hay más: si te haces la tarjeta de 'miembro empresarial platino', tienes acceso ilimitado al director y al personal de investigación del instituto.

Mecanismos flexibles: la gallina de los huevos de oro

Muchos de los actos paralelos al encuentro giraron en torno a los llamados 'mecanismos flexibles' contemplados por el Protocolo de Kyoto y aplicados en su marco. Los mecanismos flexibles se basan, entre otros, en dos grandes formatos: el mercado de emisiones (por el que los países del Anexo I pueden comprar y vender derechos de emisión entre sí) y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (que permite a los países del Anexo I 'compensar' sus emisiones mediante proyectos que, en teoría, reducen emisiones en países en vías de desarrollo).

Estos mecanismos, que se concibieron desde un buen principio con la idea de que los países ricos no tuvieran que asumir realmente sus objetivos de reducción de emisiones, han demostrado ser un completo fracaso con respecto a sus supuestos fines. El mayor mercado de emisiones del mundo, por ejemplo, el de la Unión Europea (llamado EU ETS), ha otorgado a sus industrias más permisos de contaminación de los que necesitaban de forma totalmente gratuita, por lo que éstas no sólo han mantenido sus niveles de emisiones habituales, sino que se han lucrado con la venta de los permisos que les sobraban, muchas veces por duplicado, al hacer repercutir también en algunos casos, como el de las eléctricas, el gasto en los consumidores.

Los proyectos desarrollados en el contexto del Mecanismo de Desarrollo Limpio, por su parte, tampoco han rebajado emisiones, sino que, en el mejor de los casos, las han trasladado a otros lugares. De hecho, se cuentan como 'proyectos de ahorro de emisiones' actividades como la construcción de represas hidroeléctricas o la captura de metano de centros de ganadería industrial. El 'ahorro' se mide calculando cuántos gases de efecto invernadero se supone que se liberarían si el proyecto no existiera, pero la cuestión es que incluso los analistas más expertos dudan de que las cifras sean fiables. Así, a pesar de la tozudez de la teoría, en la práctica son muchos los ejemplos de proyectos que han desembocado en el desalojo forzoso de comunidades enteras, el aumento de la contaminación y la destrucción de medios de vida.

Sin embargo, lo que representa un estrepitoso fracaso humano y medioambiental a ojos de muchos parece ser una excelente oportunidad de negocio para el sector privado, como quedó bien claro en una sesión organizada por la Cámara de Comercio Internacional (ICC) con ponentes como Russell Mills, de Dow Chemical, Abyd Karmali, del banco de inversiones Merril Lynch, y Andrei Marcu, de la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA). El señor Marcu, por ejemplo afirmó que el mercado de emisiones 'es muy complicado, pero ha cumplido más de lo esperado' y que el Mecanismo de Desarrollo Limpio iba por el buen camino, pero 'podría dar más' (entiendo que se refería a beneficios, aunque quién sabe si estaba pensando en patatas).

El señor Karmali se centró en la importancia de la estabilidad de los precios de la contaminación para atraer inversiones y maximizar los beneficios (ahí tenemos una idea de ciencia ficción donde las haya). 'El precio del CO2 es fundamental', recordó a los presentes. Y la buena noticia es que la propuesta de créditos REDD que está sobre la mesa, que se generarían con la deforestación y la degradación evitadas, 'podrían funcionar muy bien en términos de ciclos para los inversores'.

Pero puede que quien mejor expresara en una sola frase lo que los había llevado a reunirse en aquella sala fuera el señor Mills, que señaló que 'invertir en este campo es como invertir en cualquier otro (…) El punto de partida pasa por hacer las inversiones más atractivas'.

Los ponentes aprovecharon la ocasión para leer su particular carta a los reyes magos, es decir, las condiciones que desearían ver plasmadas en el nuevo acuerdo que adopte la comunidad internacional con respecto al clima. Entre otras cosas, destacaron que sería de desear que el nuevo tratado mencione explícitamente que el sector privado tiene un papel que desempeñar, que contemple la fungibilidad de distintos mecanismos de derechos de emisiones y que la aplicación de los distintos mecanismos sea predecible.

El sector privado, por lo tanto, está ya soñando con todo un paraíso –que se adivina pero que aún está por descubrir– de nuevos mecanismos (esencialmente financieros, aunque aseguren basarse en 'bienes ambientales') que les permita seguir haciendo dinero con el aire. Y al parecer, el punto culminante de ese sueño sería la creación de una única 'unidad de contaminación' que permitiera a los mercados realizar operaciones ilimitadas de especulación con el clima. Las posibilidades, al igual que el mercado, sólo conocen el límite de la imaginación.

La sociedad civil: el actor secundario

Durante el encuentro, hubo también un papel secundario reservado a la llamada sociedad civil, aunque gran parte de su visibilidad quedó reducida a los lemas de campañas como 'TckTckTck', en la que participan muchas de las grandes ONG internacionales, o '350.org'. Pese a lo llamativo de sus acciones –'TckTckTck', por ejemplo, mantuvo durante días una pila de despertadores cerca de la entrada, que hicieron sonar antes de que se iniciara la plenaria final–, con este tipo de campañas se corre el riesgo de vaciar de todo contenido las reivindicaciones legítimas de todo movimiento que desee ir más allá de las falsas soluciones y dar la impresión de que lo único que se necesita es apresurarse a firmar un tratado porque el tiempo no deja de correr o limitar los niveles de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera a 350 partes por millón (que es la cifra que dan las Naciones Unidas como umbral de riesgo a partir del que la catástrofe climática sería irreversible).

Es cierto que el tiempo apremia. Es también cierto que urge reducir las emisiones. Pero no basta, y eso precisamente en lo que mayor hincapié debe poner la sociedad civil, especialmente la que puede hacer oír su voz entre los círculos de decisión. Cuestionar el modelo actual de desarrollo y el paradigma del crecimiento ilimitado, denunciar los sistemas de comercio, finanzas e inversiones que promueven la hiperproducción y el hiperconsumismo, abogar por alternativas a la extracción y quema masiva de combustibles fósiles para la generación de energía y el transporte o reconocer la deuda ecológica, social, financiera e histórica de los países industrializados con los pueblos del Sur son puntos que deberían estar entre las prioridades de la agenda de la sociedad civil y sin los cuales todas las demás reivindicaciones quedan reducidas a lo superfluo.

De hecho, con esta idea de profundizar más en las causas y las responsabilidades del cambio climático se organizaron dos acciones directas. En una de ellas, unos 70 activistas de la plataforma local 'El clima no está en venta' bloquearon durante una hora algunas de las puertas de acceso al edificio en que se celebraban las negociaciones para denunciar que 'el mercado es el problema, no la solución'. También la plenaria final fue interrumpida por dos activistas que se situaron ante la mesa de la presidencia mostrando una pequeña pancarta en que se leía 'Stop CO2lonialism'. Aunque los guardias de seguridad de las Naciones Unidas (vestidos, por cierto, con un uniforme bastante galáctico) se encargaron de placarlos rápidamente y sacarlos de la sala, la acción mereció un gran aplauso por parte de muchos de los presentes.

Títulos de crédito

En los títulos de crédito con los que pongo fin a estas reflexiones no hay lugar para grandes estrellas ni bandas sonoras, sólo para un grito por la justicia a la que no estamos empeñando en ahogar. Ah, y un final feliz para recordar a todos los asistentes a la cumbre que no deben preocuparse por las emisiones producidas durante su celebración: el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat de Catalunya ha compensado las emisiones (calculadas en 474 toneladas de CO2; la tonelada se cotiza ahora a unos 14 euros) a través de la compañía SENDECO2 (aquí va el certificado para los escépticos como yo). www.ecoportal.net

Beatriz Martínez es traductora del Transnational Institute. - Nov 11 2009 - http://www.tni.org



--
AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado, N.D.
Fundador y Presidente

Un estudio revela que el deshielo comienza a hacer mella en Antártida Oriental

Un estudio revela que el deshielo comienza a hacer mella en Antártida Oriental
La capa de hielo de la plataforma que concentra la mayoría de glaciares del planeta comenzó a perder espesor en 2006, siguiendo la estela de la zona occidental. /Efe
El calentamiento global ha comenzado a hacer mella en la Antártida Oriental, una vasta región del Continente Blanco que conservaba hasta ahora un particular "status quo" que la mantenía resguardada del deshielo polar. A pocos días de la Conferencia de Copenhague sobre cambio climático, este hallazgo publicado hoy por la revista 'Nature' no hace sino añadir presión a los líderes internacionales para que pongan freno a un calentamiento global que parece avanzar más rápido de lo que se pensaba.
En concreto, un grupo de trabajo de la Universidad de Texas (EEUU) dirigido por el profesor Jianli Chen ha averiguado que la capa de hielo de la plataforma antártica oriental, en la que se encuentran la mayoría de los glaciares del planeta, comenzó a perder espesor en 2006, siguiendo la estela de la zona occidental del continente.
Con la colaboración de la tecnología puntera del satélite "Grace", los investigadores han sido capaces de estimar la densidad del manto de hielo de ambas zonas entre abril de 2002 y enero de 2009. Y es que "Grace" permite medir directa y exhaustivamente las alteraciones en la masa de la placa de hielo y determinar de ese modo cualquier modificación en la distribución de la masa terrestre con el paso del tiempo, por muy pequeña que sea.
Así, el equipo investigador constató que el ritmo de pérdida de masa de hielo en la zona occidental fue de 132 kilómetros cúbicos al año durante ese período, cifra similar a la apuntada por estudios anteriores.

Avance imparable
La sorpresa llegó cuando observaron que desde hace tres años, también el manto de hielo de las zonas costeras de la Antártida Oriental perdía 57 kilómetros cúbicos al año, frente a la estabilidad aparente registrada hasta ese momento. No obstante, a pesar de que los datos indican que el cambio climático acecha ya al conjunto del continente, los científicos advierten de que esta última cifra sobre la zona oriental cuenta con un margen de error de 52 kilómetros cúbicos.
Por ello, futuras investigaciones serán las encargadas de precisar el alcance del deshielo en la plataforma antártica oriental, que representa el 70% de la superficie del continente y que alberga un manto de hielo en principio más resistente al de la región occidental. En cualquier caso, los expertos alertan del peligro que se deriva del ritmo actual de deshielo en este continente, el mayor depósito de agua dulce del planeta.
Aunque no existe un consenso al respecto, las últimas estimaciones señalan que para finales del siglo XXI el nivel del mar habrá subido en torno a dos metros con respecto a su nivel actual como consecuencia del calentamiento de los polos, dejando en una situación comprometida muchos territorios costeros.


--
AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado, N.D.
Fundador y Presidente

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Calentamiento global agudizará problemas sociales: expertos

Calentamiento global agudizará problemas sociales: expertos

Fecha: 29 de septiembre del 2009
Reportero: Rafael H. Guadarrama

Fuente: Once Noticias

El calentamiento global no sólo acarreará cambios irreversibles en el clima, también agudizará problemas sociales como hambre, enfermedades y mortandad.

Para enfrentar este fenómeno se requieren medidas que además de disminuir la contaminación, también mejoren las condiciones de vida de las personas.

"El problema ambiental más serio que enfrenta la humanidad en la actualidad, lo tenemos que ver con una perspectiva integral, que tenemos que resolver otros problemas ambientales, sociales, de pobreza, etcétera, lo tenemos que hacer todo de simultáneamente", comentó Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995.

En el foro "Estrategias contra el cambio climático", en el Palacio de Convenciones de Zacatecas, los expertos resaltaron que México es altamente vulnerable ante este problema mundial, principalmente por la pobreza que afecta a 40% de la población.

"Casi la mitad de los municipios del país están en condiciones de vulnerabilidad, digamos, huracanes, sequías, deslaves, terremotos, etcétera", dijo Itzá Castañeda, asesora de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Resaltaron la importancia de mejorar estas circunstancias con una perspectiva contra el cambio climático y con políticas que trasciendan los planes sexenales.

"Ya está muy claro a nivel mundial y en México que hay necesidad de enfrentar esto y de manera rápida, entre más nos tardemos en enfrentarlo, los costos van a ser mayores y los efectos van a ser también mayores", expresó Ernesto Enkerlin Hoeflich, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Los expertos destacaron la necesidad de incrementar la inversión en ciencia y tecnología, no sólo porque permitiría al país disponer de tecnologías limpias propias, sino también porque impulsaría el desarrollo económico.

"Nos dicen que el problema del cambio climático es más serio de lo que creíamos cuando salió el último reporte del panel intergubernamental, que fue en el 2007, entonces son relativamente recientes, tenemos pues qué ponernos las pilas ya muy rápidamente", concluyó Mario Molina.

Se prevé que México tendrá una mayor presencia de huracanes, inundaciones, sequías y la eventual pérdida de 30% de su diversidad biológica, como consecuencia del cambio climático.

--
AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
http://www.seattlees.com/

jueves, 17 de septiembre de 2009

Nueva actividad de los álbumes web de Picasa

Subidas recientes
miguelleopoldo añadió 20 fotos a Paraguay Congreso.
16-sep-2009 17:49:23

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:02:15

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:06:34

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:08:17

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
miguelleopoldo añadió 7 fotos a Paraguay Coro.
16-sep-2009 18:09:31

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:12:25

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
miguelleopoldo añadió 65 fotos a Cataratas del Iguazu.
16-sep-2009 18:18:10

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:19:30

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:21:03

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
16-sep-2009 18:23:59

Publicar comentarioAnular la suscripción a estas notificaciones
Para compartir tus fotos o recibir notificaciones cuando tus amigos compartan las suyas, consigue tu propia cuenta gratuita de Álbumes web de Picasa.

CAMBIO CLIMÁTICO

CAMBIO CLIMÁTICO

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Son debidos tanto a causas naturales (Crowley & North 1988) como antropogénicas (Oreskes 2004).

El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas:

Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o

indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se

suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables
Artículo 1, párrafo 2

Como se produce constantemente por causas naturales se lo denomina también variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.

Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre (Stainforth et al. 2005)(Roe & Baker 2007), aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber 2008)(Knutti & Hegerl 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern 2008) como las ya observables a nivel biológico (Walther et al. 2002)(Hughes 2001).

VISITA EL SITIO PRINCIPAL