viernes, 7 de diciembre de 2007

Cinturón de los trópicos creció debido al calentamiento global

Cinturón de los trópicos creció debido al calentamiento global
Estudio publicado en revista 'Nature Geoscience'

 En 25 años, se amplió entre 200 y 500 km hacia los cascos polares

 Esta zona ahora vive los huracanes y patrones de lluvia de los trópicos

Alejandra Vargas M. | alevargas@nacion.com

La región tropical del planeta –que está en la franja central del globo terráqueo y es donde se experimentan las temperaturas más calientes del orbe– se amplía en forma acelerada debido al calentamiento global.

Esto significa que sitios tradicionalmente más frescos, como México, ahora son parte del trópico y experimentan las mismas temperaturas altas, tormentas tropicales y sequías que son propias de las zonas tropicales, como Centroamérica.

Este cambio podría significar una variante en la dirección y el desarrollo que hoy toman los huracanes y afectar la reserva de aguas en esta zona, perjudicando la agricultura y la provisión del líquido en la región.

Así lo advirtió este lunes un estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el cual fue publicado en la revista Nature Geoscience.

Según la publicación, durante el último cuarto de siglo el cinturón tropical del planeta se extendió entre 300 y 500 kilómetros hacia ambos cascos polares.

Eso representó un crecimiento de los trópicos hacia el norte y el sur de entre unos 2,5 y 4,8 grados de latitud.

Estos cambios son algo que se creía que ocurriría en el siglo XXII, pero no todavía, de allí la enorme preocupación de los expertos estadounidenses, recalcó el reporte.

Desde la óptica climatológica se entiende por trópico las zonas que comparten patrones de precipitaciones y altas temperaturas en la superficie.

Por su parte, desde la cartografía y la astronomía, la zona tropical del planeta equivale a una cuarta parte del orbe. La zona tropical se ubica cerca de la línea imaginaria del ecuador. Hasta ahora se consideraba que se extendía únicamente desde el trópico de Cáncer, justo al sur de Florida, hasta el trópico de Capricornio, que corta Australia casi por la mitad.

La evidencia. Dian Seidel, líder de esta investigación, indicó que el ensanchamiento del cinturón tropical trae consigo un incremento en las temperaturas atmosféricas, un cambio en la dirección de los vientos y un descenso en los niveles de ozono en la atmósfera –característica particular de los trópicos–.

"La expansión de los trópicos hacia los polos crea condiciones aún más secas en las regiones densamente pobladas de la Tierra, pero al mismo tiempo aumenta la humedad en otras zonas", dijo la experta de NOAA.

Sobre los vientos, Seidel detectó en zonas que no eran parte de los trópicos la prevalencia de la llamada circulación Hardley, propia de los trópicos.

Esa circulación está formada por corrientes de viento que se mueven verticalmente y horizontalmente y transportan grandes cantidades de humedad a zonas lluviosas, a la vez que secan regiones áridas ubicadas en los límites de los trópicos. "Ese viento circula en un área mayor que hace un par de décadas", dijo la experta.

Otras secuelas. Seidel opina que a mediano plazo, la expansión de los trópicos redundará también en que las zonas subtropicales –que se caracterizan por tener climas muy secos– también se ampliarán, abarcando entre ellos la región del mar Mediterráneo, el suroeste de Estados Unidos, el norte de México, el sur de Australia, Sudáfrica y algunas partes de Suramérica.

Al cuestionar a la investigadora sobre el impacto de esta ampliación del trópico en Costa Rica, respondió a La Nación : "Costa Rica se ubica aproximadamente a 10° grados latitud norte, lo que significa que está claramente entre los trópicos y es zona tropical. No está claro cuál podría ser el impacto de la ampliación de la región tropical para un país que ya es parte de esta zona, si es que se pudiera hablar de algún cambio adicional".

Para llegar a estas conclusiones los científicos utilizaron cuatro modelos meteorológicos de simulación por computadora. Se registraron las variaciones climatológicas del planeta entre los años 1979 y 2004.

También apoyaron la investigación divulgada el científico Qiang Fu, de la Universidad de Washington en Seattle; William J. Randel, del Consorcio Nacional de Investigaciones Atmosféricas en Boulder, Colorado, y Thomas J. Reichler, de la Universidad de Utah, en Salt Lake City.
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
http://www.seattlees.com/

Calentamiento global destruirá 60% del Amazonas para el 2030

Calentamiento global destruirá 60% del Amazonas para el 2030
 
Según los científicos, si las temperaturas globales aumentan más de dos grados centígrados (3,6 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales, el riesgo para el medio ambiente y la población será enorme.
 
BALI, Indonesia.- El impacto del cambio climático más la deforestación podría eliminar o dañar severamente casi el 60% de la selva amazónica para el 2030 _ permitiendo que las temperaturas globales alcancen niveles catastróficos, dijo el jueves un grupo activista del medio ambiente.
 
"La importancia de la selva amazónica para el clima global no puede ser menospreciada'', afirmó Daniel Nepstad, autor de un nuevo informe de la WWF difundido en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático efectuado en la ciudad indonesia de Bali.
 
"No solamente es esencial para enfriar la temperatura del mundo, sino que es una fuente tan importante de agua dulce que quizá sea suficiente para influenciar algunas de las grandes corrientes oceánicas, y encima de ello, en un enorme almacén de carbono''.
Con una superficie de 4,1 millones de kilómetros cuadrados (1,6 millones de millas cuadradas), la selva del Amazonas cubre casi el 60% de Brasil. Mayormente inexplorada, contiene un quinto del agua dulce del mundo y el 30% de las especias de plantas y animales _ muchas de ellas sin haber sido descubiertas.
 
Según la WWF, la tala de bosques, expansión de la ganadería y empeoramiento de la sequía aumentarán en los próximos años y podría llevar al despeje del 55% de la selva amazónica.
 
Si la lluvia disminuye un 10% en el Amazonas, como ha sido pronosticado, podría desaparecer otro 4%. Según los científicos, si las temperaturas globales aumentan más de dos grados centígrados (3,6 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales, el riesgo para el medio ambiente y la población será enorme.
 
Es esencialmente el "punto de equilibrio'' de las inundaciones catastróficas y las sequías, el aumento del nivel del mar, las muertes por olas de calor y las enfermedades.


AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Saldana
Fundador y presidente.

CAMBIO CLIMÁTICO

CAMBIO CLIMÁTICO

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Son debidos tanto a causas naturales (Crowley & North 1988) como antropogénicas (Oreskes 2004).

El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas:

Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o

indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se

suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables
Artículo 1, párrafo 2

Como se produce constantemente por causas naturales se lo denomina también variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.

Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre (Stainforth et al. 2005)(Roe & Baker 2007), aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber 2008)(Knutti & Hegerl 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern 2008) como las ya observables a nivel biológico (Walther et al. 2002)(Hughes 2001).

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